Resulta en ocasiones complicado fotografiar a estos pequeñajos cuando deambulan por la laguna en su quehacer cotidiano, se aproximan a nosotros y cuando encuadramos el teleobjetivo y enfocamos, zas!!! se sumergen dentro del agua y desaparecen unos segundos para aparecer un poco más allá, volvemos a encuadrar y se repite la misma historia, vaya que no es facil, para colmo en muchas ocasiones nos pasan como autenticos torpedos y muchas de las imágenes van directas a la papelera.
Me quise entretener hace unos días en ese rápido movimiento que realizan cuando se sumergen en el agua, un ligerisimo movimiento hacia atras para coger impulso y a bucear, la verdad es que congelar la acción y mantener el animalillo enfocado fué complicado, sobretodo porque aún sigo enfocando en manual, mis teles no son autofoco y eso se nota, pero algo conseguí, y aquí os lo muestro.
Resulta en ocasiones complicado fotografiar a estos pequeñajos cuando deambulan por la laguna en su quehacer cotidiano, se aproximan a nosotros y cuando encuadramos el teleobjetivo y enfocamos, zas!!! se sumergen dentro del agua y desaparecen unos segundos para aparecer un poco más allá, volvemos a encuadrar y se repite la misma historia, vaya que no es facil, para colmo en muchas ocasiones nos pasan como autenticos torpedos y muchas de las imágenes van directas a la papelera.
Me quise entretener hace unos días en ese rápido movimiento que realizan cuando se sumergen en el agua, un ligerisimo movimiento hacia atras para coger impulso y a bucear, la verdad es que congelar la acción y mantener el animalillo enfocado fué complicado, sobretodo porque aún sigo enfocando en manual, mis teles no son autofoco y eso se nota, pero algo conseguí, y aquí os lo muestro.
Muy buenas tomas del zampullín, la primera con su reflejo y esa nitidez, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
Verdaderamente impresionantes esas tomas, Javier; tu excelente labor la premio, permíteme, con mi aplauso.
ResponderEliminarUN abrazo.
Primera y penúltima me encantan. Debe ser difícil hasta con autofocus.
ResponderEliminarYo anillé zampullines en las salinas de las Marismas del Odiel, Huelva, se escapaban de las redes, te pasaban por debajo de las piernas, te rozaban las manos, los brazos, lo hacían una y otra vez, y no había manera. Algunos ejemplares siempre se salvan del recuento.
Pero tienen unos ojos que embrujan.
Un saludo.
Es un placer volver a encontrar tus fotos Javier, por este lado esperando las lluvias y nuevos proyectos fotograficos.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.