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sábado, 12 de septiembre de 2009

Palomares abandonados, una historia en ruinas.

Durante unos cuantos años, he seguido la evolución de un magnifico palomar, abandonado a su suerte en medio de algún lugar de la mancha, cuando lo ví por primera vez me quedé sorprendido por lo medianamente bien conservado que estaba y por lo asombroso de aquella enorme construcción, por aquel entonces la mayoría de los tejados aún se encontraban bien, aunque las vigas de madera ya comenzaban a notar el paso de los años, la tejas daban cobijo a mas de una docena de Cernícalos Primilla y varias Grajillas,
en su interior, en las celdillas que antigüamente servían a las Palomas para criar, se escondían Lechuzas y mochuelos ,tambien las palomas ahora sin dueño, criaban por las grietas de los muros, las ruinas me fascinaron y durante más de quince años he acudido a ver su estado.
Cada año que pasa faltan más tejas, muchos tejados están caidos, los Cernícalos y las Grajillas ya no crían, algunos muros han caído y su estado comienza a ser totalmente ruinoso.
Quizá en otros quince años ya no quede nada de lo que aquello fué en su día, solo un enorme montón de escombros totalmente irrecuperable. Pero este caso en concreto no es el único, varios cientos de palomares, tras su abandono han sido saqueados, se han robado sus tejas, vigas y demás materiales aprovechables y se las a dejado caer, la crianza de las palomas hace mucho que dejó de ser rentable y estas bellas construcciones quedaron en el olvido.
Cuando me adentro en el interior de el palomar, me imagino a esas gentes que vivían y cuidaban de sus palomas, y al magnífico constructor de aquella, para mí, obra de arte, el Maestro Bruno Campos, que dejó marcado su nombre en una de las paredes de yeso allá por el año 1886, posiblemente cuando acabó con la obra, formada por miles de celdas fabricadas a mano y colocadas cuidadosamente en las gruesas paredes de tierra.

8 comentarios:

  1. Una entrada preciosa, y una pena que las administraciones o algún particular se hagan cargo del mantenimiento de este patrimonio.

    Un saludo.

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  2. Me ha gustado tu prospección por el palomar. Una maravilla de construcción. A mi también se me cae el alma al suelo, al ver este tipo de construcciones caer por su propio peso.
    Asi se va perdiendo poco a poco nuestro patrimonio arquitectónico más rústico y emblemático.
    Saludos.

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  3. Es primera vez que he visto una palomar. Fantastica construccion! Vergonzoso dejar perderse.

    Saludos fraternos.

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  4. Oye!! buena historia y fotos.
    Saludos, dejate ver por facebook.

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  5. Tengo localizados algunos palomares. Me impresionan las celdas, las posibilidades que ofrecen para conseguir imágenes de cariz abstracto. La verdad es que me sobrecoge pasar a estos edificios abandonados en los que casi siempre saldrá algún tipo de ave que con su aleteo me causan cierta tensión por lo misterioso del lugar y la sorpresa de lo inesperado.
    Saludos.

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  6. Hola Javier, una entrada preciosa y emotiva, poco a poco van desapareciendo los palomares, como tu bien dices han dejado de ser rentables, pero quizá una buena forma de mantenerlos podria ser darles otro uso.

    Recuerdo uno en Calatañazor (Soria) que le han rehabilitado para hacer un restaurante y bueno... conserva el edificio y el ambiente del palomar.

    Un fuerte abrazo

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  7. nunca había visto un palomar de estos por dentro. Me he quedado alucinado. Sensacional reportaje. Un abrazo

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  8. Es una verdadera pena porque los palomares en medio de las llanuras facilitarían la vida a muchas especies aumentando la biodiversidad e incluso beneficiando a los agricultores, como puede deducirse de la presencia de cernícalos, lechuzas y mochuelos. En otros lugares, en cambio, tienen que construirse nuevas edificaciones para la supervivencia de los primillas.

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